El otro día nos desayunamos con la noticia de que Pedro Horrach abandonaba la Fiscalía Anticorrupción para empezar a ejercer a partir de ahora la abogacía. Visto lo visto en el juicio del caso Nóos, clientela no le va a faltar al hasta ahora fiscal porque si con sus futuros clientes (valga la redundancia) muestra el mismo ardor que utilizó para defender a la infanta Cristina en el juicio que está en puertas de conocer su sentencia definitiva, el éxito lo tiene asegurado y un futuro muy halagüeño tanto en lo laboral como en lo económico.
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