Una ocasión desaprovechada
El 18 de mayo me sentí emocionada porque iba a asistir a un concierto extraordinario perteneciente al ciclo que patrocina la BBK, en su quinta edición, llamado Noites de Fado. Decía que extraordinario porque cantaba Celeste Rodrigues, hermana de la insustituible Amalia Rodrigues. Suponía que era bastante mayor, pero no tenía información de su edad concreta, hasta que el presentador nos lo comunicó: 93 años. Agradezco de corazón a la promotora que nos propusiera tal evento, porque fue un concierto entrañable y cálido: muy emocionante. Pero? ¿cómo no se le ocurrió a dicha promotora la idea de invitar a tal acontecimiento a los diferentes medios de comunicación y/o a algún representante del Departamento de Cultura? Es increíble que esta circunstancia tan especial dada la avanzada edad de la cantante y por lo tanto el inusitado acontecimiento, no haya sido aprovechado además para homenajearla como se merecía. Los amantes del fado nos hubiésemos sentido emocionados si esto se hubiese llevado a cabo porque quizá no volvamos a tener una nueva oportunidad de hacerlo. ¡Qué fantástica ocasión desaprovechada!