Pedro Sánchez no aprende de la experiencia. Recalca de nuevo que no pactara con el PP. Señor Sanchez: recapacite. Su partido va pasar a ser la tercera fuerza política, convirtiéndose en títere de una izquierda radical que por mucho que se las dé de generación 3.0, son los nuevos Che Guevara vestidos de Louis Vuitton. O nuestros políticos actúan con la visión de Estado que ha tenido el señor Rivera o este país se irá a pique, encaminado a unas elecciones eternas o a un Estado sin gobierno como lo fue Bélgica durante meses. Les pagamos para que solucionen nuestros problemas, no para que los creen; para que nos den contraprestaciones, no para que nos suban los impuestos. Es un contrato social que justifica la delegación del poder. No hablamos de sumisión y obediencia, ya que al final caeríamos en un absolutismo partitocrático. Sírvannos o tendremos el derecho a sublevarnos, rebelarnos contra populismos sin sentido, contra partidos cleptocráticos y demás gente que opta por una vida política más por un fin parasitario que por vocación de servir.
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