Lo de Gurpegi no tiene nombre. Lo que ha hecho Gurpegi por el Athletic no tiene nombre ni apellido. O, ¿sí lo tiene? Pero, ni los históricos Lafuente, Bata, Calero o Gorostiza; ni los célebres Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo o Gainza; ni los menos veteranos Iribar, Dani, Goiko o Sarabia; ni los más actuales Iraola, Etxebe o Julen Guerrero? Ninguno hizo por el Athletic lo que el gran capitán: romperse la cara por el club, ser su escudo protector, su Pepito Grillo, su conejillo de indias, su cabeza de turco, su chivo expiatorio, su cordero degollado; soportar la humillación y la vergüenza que no le correspondían? mientras el médico del club, mientras el cuerpo técnico del club, mientras la directiva del club? se llamaban andanas, miraban de soslayo, se lavaban las manos, se iban de rositas, se hacían los longuis, se hacían los suecos, no sabían, no contestaban? Primero fue el juicio, sobre todo el mediático; luego, los dos años de suspensión de militancia, y, finalmente, el escarnio continuado por esos campos de España? “Pásame un gramo, Gurpegui, pásame un gramo”. Jamás oímos una palabra de reproche, un gesto de censura? Fue un alarde de abnegación y fidelidad a unos colores. Si un homenaje es justo, debido y obligatorio es el que se le debe al señor don Carlos Gurpegui Nausia? porque lo que ha hecho este navarro por el equipo de Bizkaia ni tiene nombre ni tendrá apellido.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
