Para madres de hijos desaparecidos

“Bajo el árbol santo/ la Virgen suspira,/ viendo muerto el fruto,/ el fruto de vida;/ que el fruto es Jesús/ Ella bien sabía. Sus siete palabras/ a su alma contristan:/ -Yo tenía un hijo,/ mejor no lo había;/ lo han preso y atado/ y, ahora en cruz expira. Rosal de los cielos/ que en mí florecías/ ¿dónde están tus flores,/ que solo hay espinas? Decid, peregrinos,/ que vais por la vida,/ ¿qué pena habéis visto/ igual que la mía?”. Con estos versos del poeta catalán Jacinto Verdaguer envío una especie de oración para todas las madres de hijos desaparecidos, para que, de alguna forma, pueda servirles de consuelo.