Obreros, especuladores y suicidios inducidos

¿Quiénes son las sanguijuelas que han hecho subir los precios de la vivienda a nivel estratosféricos? Todos hemos visto con nuestros propios ojos como nuestros vecinos en todos los pueblos y barrios de este país han hecho negocio a cuenta de comprar pisos y los lonjas y revenderlos sin haberlos escriturado y por unos milloncejos de más en cuestión de unos meses. ¿Cuántos notarios y constructores podrían dar fe de estas mafiosas operaciones? Nadie recuerda como hace unos cinco años en el bilbaino barrio de Ibarrekolanda, un trabajador del servicio de limpieza de Lakua se arrojó por una ventana de su vivienda, por la que pagaba un alquiler de 800 euros mensuales, con un salario que no llegaba a los 1.000. Hagamos cuentas y llegaremos a la conclusión de que algo tendría que ver dicho alquiler para llevarle a la desesperación y acercarle a aquella ventana cuando iban a desahuciarle por falta de pago. ¿Es justo y ponderado cobrar alquileres de 800 euros por el alquiler de una vivienda en un barrio obrero como Ibarrekolanda? ¿Quién empuja a la desesperación a estas personas? Así se han sucedido casos y casos, sin saber porqué.