Educación, sin derecho a decidir
En los últimos años por estas fechas bien siendo habitual la petición de más plazas escolares por parte de madres y padres cuyos hijos no han sido admitidos en ningún centro, debido a que la demanda de plazas supera a la oferta. Es un hecho recurrente, sobre todo en determinados barrios como Miribilla en los que hay una alta densidad de población infantil. ¿Y cuál es la solución que dan las instituciones? Absolutamente ninguna. Así que cada año, y este año nos ha tocado a nosotros, decenas de padres y madres de este barrio nos vemos en la obligación de, en contra de la decisión inicial, tener que escolarizar a nuestros hijos en centros alejados del domicilio. Centros en los que quedan plazas vacantes pero que no hemos escogido. Lo único que pedimos es la apertura de un aula de 2 años en uno de los tres centros elegidos en la solicitud de admisión; lo único que hace falta es un poco de voluntad de las autoridades competentes.