El verdadero enemigo
De paria a líder en la comunidad internacional. Ese es el nuevo éxito de Putin. Los recientes atentados del Estado Islámico han legitimado la actuación de Rusia en Siria. Occidente deberá menguar sus diferencias en Ucrania en pro del bien general. La intervención militar rusa está haciendo retroceder o a los islamistas, algo que no habían conseguido los bombardeos esporádicos de la coalición de Estados Unidos y sus aliados árabes. Arabia Saudí y gran parte de los países del Consejo de Cooperación del Golfo difícilmente van a respaldar de forma decida una intervención que va contra sus intereses, solo ven el prisma del conflicto desde el punto de vista chii-sunní. Occidente o se enfrenta de una vez por todas y exige un cambio de política a Arabia Saudí, o aunque derrote al Estado Islámico surgirá una nueva organización terrorista financiada por los petrodólares, adoctrinada por el wahabismo saudita y cuyo objetivo seguirá siendo Occidente. Rusia, Francia, Estados Unidos y el resto de potencias deben dar un ultimátum a estas monarquías absolutas árabes y terminar con el problema.