No es de sabios
Fiarlo todo a la Constitución española no es de sabios. Es como fiarlo todo a Dios. Dios proveerá. Todos los problemas van a obtener capacidad de conducirse a puerto. Sin refrendos, sin ilusión, sin el entusiasmo de la gente por una España única e indivisible. La realidad que se realiza bajo la superficie, la realidad sumergida en los nacionalismos catalán, vasco y gallego, a causa de las transgresiones legales españolas, refleja sobre todo que la Constitución surgida tras la muerte del dictador Franco no está hecha en el tiempo actual para sedimentar la convivencia de todos los españoles. Tal vez al presidente Rajoy le atraiga la emoción y el ser objeto de los planes de Dios, extraños planes para nuestras vidas. ¿Debería el presidente Rajoy dar gracias a Dios por la transversal e incapaz Constitución española?