No entiendo como una estación de tren que da servicio a viajeros de cercanías y larga distancia, tiene unos aseos cutres, escasos, malolientes, antiguos, etc. Aseos que nos recuerdan los de los tiempos del vapor. Me permito, con la humildad característica del sufrido pasajero del ferrocarril, sugerir al gerente de Infraestructuras Ferroviarias de Bilbao que se de una vueltecita por los aseos del andén número 8 y se dará cuenta que están fuera de lugar y época. Si es valiente que trate de hacer uso del aseo instalado en la primera planta del vestíbulo, en el que para hacer una micción tienes que entrar con zancos y si además está atascado como ocurre la mayoría de las veces, tienes que hacer pis a larga distancia, siempre y cuando la madre naturaleza haya sido generosa en la dotación del órgano para estos menesteres. En el supuesto de tener un apretón y si te encuentras en ese mismo sitio, sal corriendo si te da tiempo, porque el servicio para cuestiones mayores siempre está cerrado.