Primero agradecerte, donde quiera que estés, que el pasado 3 de febrero, tu día de descanso, nos lo dedicaras a mi familia y a mí, a pesar de tener en contra el parte meteorológico y tener que desplazarte hasta Plentzia para estar con nosotros. Quién iba a pensar cuando nos despedimos, que 48 horas después, a pesar de tus 52 años recién cumplidos y llenos de salud, ibas a ser víctima de una trágica muerte, cuya reseña vino en este mismo periódico, indicando cómo se incendiaba tu piso y en él fallecías (QEPD). Quiero resaltar la calidad humana de que gozabas, cariñoso, entrañable, trabajador incansable, etc. Y que de todo esto nos hiciste partícipes. Eskerrik asko, Ángel. Te recordaremos con emoción, cuando vayamos a García Rivero donde tú ya solo estarás en nuestras mentes y no en el bar-restaurante Desberdin que regentabas y en el que gozabas, por tu buen hacer, de un gran número de amigos. El funeral se celebrará hoy, a las 19.00 horas, en la iglesia del colegio de los Jesuitas de Indautxu.