Durante la Navidad, los adornos callejeros han estado por todas partes. Nadie puede sustraerse a la seducción que estas fechas provocan.
Bilbobus se suma al ambiente y coloca, en varios idiomas, un cartel -no sé muy bien cómo llamarlo- felicitando la Navidad.
Está en árabe, sí, pero resulta que la traducción que han hecho es ilegible. Lo mismo hicieron el año pasado y no sé si en años anteriores.
He constatado que la población árabe en Bilbao está muy molesta. Y no es para menos. Para este viaje hubiera sido mejor que no pusieran nada a que lo pongan mal.
Es evidente que el último responsable de este desaguisado es el Ayuntamiento de Bilbao, responsable del servicio de Bilbobus. Y al ayuntamiento apelo para que corrijan el error y, desde luego, para que no vuelvan a cometerlo.
Kepa Otero García