Los sindicatos UGT y CC.OO. mantienen la convocatoria de huelga a pesar de que un mayoritario sector de la sociedad rechaza la movilización. Los representantes de los trabajadores -lo cual dudo- se encuentran desubicados. No parece que sean conscientes de que a los ciudadanos de este país no les interesa en absoluto lo que digan o hagan.

Además, gran parte de este país les apuntan como cómplices del abultado desempleo, aunque esto no es lo más grave. Lo verdaderamente mollar es la imagen de pesebreros que están dando, de mantenidos. Sobreviven gracias a los impuestos de todos los contribuyentes y además no rinden cuentas públicamente de cómo gastan el dinero de todos.

En estos tiempos en que la crisis azota con mucha intensidad no se ha visto que ninguno de los destacados dirigentes renuncie a sus abundantes privilegios. Eso sí, Ignacio Fernández Toxo, de CC.OO., se ha permitido el lujo de gastarse casi medio millón de pesetas en un crucero que solo ha durado una semana.

La huelga que está convocada para el próximo mes estará llena de piquetes por las calles, lo cual implica coacción. Significará, como en las últimas huelgas, que el sindicalismo español todavía se encuentra anclado en la época del sindicato vertical. Los sindicatos de este país aún son posos del franquismo.