Si después de tanto insistir e intentarlo, va a resultar que en esta sociedad no tiene cabida todo el mundo.

Todas aquellas opiniones que transmitan abiertamente el odio, la exclusión y la violencia, como son los ultranacionalismos, los fanatismos religiosos, el racismo, la xenofobia y los que justifican la violencia hacia las mujeres y su asesinato, tenían que estar proscritas y no tener cabida en los canales habilitados por esta muy mejorable democracia, para hacerse eco de las ideas. Estas personas con sus fobias y paranoias seguirían teniendo esas perversas pensamientos, pero sus ideas no se transmitirían con facilidad, consiguiendo de esta forma una sociedad en la que estaría representada la rotunda mayoría de las ideas y evitaríamos a esta minoría residual que no aporta nada bueno y es muy nociva para la salud mental del resto de la ciudadanía.