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Cuando la esperanza se arruina

Sin duda uno de los momentos más desoladores en la vida de una persona, ya lo confirmó Victor Frankl, es aquel en el que se sufre un abuso físico o un abuso emocional, se deja la autoestima herida, se deja desfallecer, la esperanza de salir de esa situación se pierde y entonces la persona deja de ser persona.

En el pasado encuentro de fútbol de la final de Copa entre los equipos del Athletic y el Barcelona se produjeron muchos abusos. Algunos se pudieron ver y leer en los medios, controles descontrolados de tráfico, cacheos individualizados en el cordón policial de 2 kilómetros, retirada de ikurriñas y senyeras, y algunas lindeces más. Como potenciales delincuentes fueron tratados los seguidores de ambas aficiones.

Podríamos pensar una planificación audaz de algunas de las autoridades ausentes en el partido. Pero la esperanza realmente falló al saber del abuso que las fuerzas de seguridad del Estado cometieron dentro del mismo estadio de fútbol. Al menos tres aficionados fueron maltratados físicamente justo al finalizar el abucheado himno. Como consecuencia, múltiples contusiones, traumatismos craneoencefálicos, falsas acusaciones de delitos de desobediencia y resistencia a la autoridad, arresto y disposición policial.

Conclusión, la esperanza de esperar vivir en un estado de derecho, se arruina, se hace añicos. La esperanza se arruina cada vez que vemos el abuso físico desmedido y que además quedara impune. La esperanza se arruina cada vez que vemos instigar el enfrentamiento social y de ideas por parte de la clase política. La esperanza se arruina cada vez que sabemos que nos siguen pateando, mintiendo, robando y ninguneando. 19.000 millones de razones se me ocurren para pedir a esa corruptela de clase política que se quiten la careta moralizante y dejen de ofender a la sociedad con esa hipocresía teatral orquestada. Seguid pensando que el tiempo lo diluirá todo, pero quizás tengamos la mala suerte de que el odio, la violencia y la impotencia sostenida sean los ácidos que diluyan a esta sociedad.