¿Es posible que, después de dos semanas desde la noche de los 50 pelotazos, no vaya a haber en Bilbao un periódico que consiga encontrar entre la Ertzaintza una garganta profunda? Me temo que nadie va a hacer nada, que todo va a quedar en agua de borrajas, y que los máximos responsables, señor Ares y señor López, seguirán tan tranquilos en sus poltronas como si nada hubiera ocurrido.