Eibar y el respeto al arte
Si algo debería ser referencia histórica de Eibar es, sin duda, la industria armera. Es por ello que hace ya años el escultor Nestor Basterretxea diseñó un arma gigante para esta ciudad, obra que no fue llevada a cabo porque, al parecer, fomenta la violencia. No obstante, Eibar sí que cuenta con un Museo de la Industria Armera sin que nadie haga un juicio de esa envergadura. Y lo cierto es que lejos de haberse convertido en referencia importante está ahí, encima de la biblioteca, en un entorno que no pone en valor el importante contenido que tiene para enseñar al mundo.
Esta situación me crea una gran sensación de vacío y, con el vacío, me viene a la memoria Jorge Oteiza, otro artista menospreciado por Eibar. Oteiza recorrió las calles de Eibar para escoger la ubicación idónea para su escultura Txopitea eta Pakea, en homenaje al artista Daniel Txopitea. Nuestro Ayuntamiento entrega una reproducción de la misma a agrupaciones y personalidades que considera que han hecho méritos para ello. Pues bien, la escultura lleva ya tres años guardada, esperando ser devuelta algún día a su sitio original, una zona definida como no edificable en el Plan General de Ordenación Urbana de Eibar y que, sin embargo, sigue sin existir una voz clara por parte de las instituciones sobre el respeto a estos artistas y a la legalidad vigente.
Eibar no puede renunciar a un museo en un entorno que lo ponga en valor junto a la escultura de Nestor Basterretxea, y tampoco a un espacio abierto con la escultura de Jorge Oteiza en la ubicación que este artista escogió en homenaje a Daniel Txopitea. No dejemos que ciertos intereses pongan en peligro el futuro de esta ciudad y el respeto que estos artistas se merecen.