Patxi López, jefe del Gobierno vasco desaparecido, sólo habla y sólo sabe hablar cuando el tema es antiterrorismo o víctimas, pero hay crisis, hay problemas en Euskadi y mira para otro lado. Su álter ego, el señor Ares, sí habla y sí hace: es sastre, sabe de uniformes, emblemas, fachadas, pintadas, programa educativo sobre la paz, la suya. Y siempre en toda la gestión les acompañan los del PP, les aplauden, les jalean o le bronquean cuando se pasan de la línea roja, esa que marcó un tal Bono, barón del PSOE.
Dicen que ETA desaparece, que va a haber un secuestro, ahora que va a trabajar en verano poniendo sus bombas...
Si de verdad los partidos políticos mirasen al pueblo vasco, si lo escuchasen alguna vez, seguro que podrían darse cuenta de que este pueblo cada vez pasa más de ellos.
Si de verdad apostasen por la paz, pondrían todo su empeño en conseguirlo, pero si nos fijamos bien parece que no interesa que llegue, porque si llega, ¿qué sucedería?
Señores, seamos un poco serios y vayan a tomar el pelo a esos que se lo están tomando hace ya mucho tiempo, los españoles.