Estoy del fútbol hasta la punta del pelo. No puedo más. Odio la pésima programación televisiva que no hace sino girar en torno al jabulani. Horas y horas y páginas y páginas hablando de lo mismo desde ángulos distintos.
Ojalá algún día, en Euskadi, vivamos la misma sensación que viven los españoles por su selección, pero sin oír La Roja por aquí, La Roja por allá todo el día. Ojalá, dentro de muy poco, podamos vernos representados con una selección vasca en una competición entre naciones. Aunque no nos guste el fútbol.