Síguenos en redes sociales:

¿Grata Selectividad?

Todavía siento la angustia pasada durante la Selectividad. Recuerdo con qué nervios vivíamos aquellas fechas previas a los exámenes y aún las posteriores esperando las notas que decidirían nuestro futuro. Tanta era la tensión, tanto el estrés, que cuando llegó al buzón la carta de la Universidad de Deusto donde previamente supliqué ser admitido al Magnífico, Ilustrísimo y Excelentísimo Señor Rector, no deseaba abrirla por temor a haber sido rechazado. Cuando finalmente me atreví, diciendo para mis adentros ¡sea lo que Dios quiera! leí confuso, cómo se me decía sin preámbulos: "No es grato comunicarle que ha sido aceptado…". No daba crédito.

Dos cosas estaban claras: que no les era grata mi presencia y que estaba aceptado. ¡Estaba aceptado! Y si estaba aceptado… ¡Que se jodan! ¡Que me aguanten! Me dije en un primer momento. Pero aquello no tenía fuste, de modo que, más calmado, advertí que lo que ponía en el documento era un poco diferente, a saber: "Nos es grato comunicarle…". ¡Aaaaah! Eso ya era otra cosa.

Debió de ser uno de aquellos días, que me prometí emplearme a fondo contra la Selectividad una vez la hubiera superado. Pero con qué facilidad olvidamos las promesas hechas a Poseidón pasada la tempestad…