En contestación al escrito de don Esteban Hernández Flores debo de manifestar, en primer lugar, que la ordenanza a la que se refiere no ha sido aprobada, sino que en estos momentos está sometida a información pública para que cualquier vecino pueda alegar lo que proceda.
En segundo lugar, que sin perjuicio de que a mí personalmente me resulten más o menos gratos los resaltos a los que se refiere, la implantación de los mismos obedece a una petición y exigencia vecinal acordada en los Consejos de Distrito, que son el órgano de participación ciudadana. Además, debo de reconocer que, junto a los inconvenientes que presentan, han contribuido de forma notable a reducir la siniestralidad en Bilbao.
La alternativa de los radares que propone no resulta razonable ni viable, ya que estos aparatos son más propios de carreteras que de calles y en ninguna ciudad existe cajón de radar como elemento sustitutorio de cada uno de los pasos de peatones resaltados. A esto hay que añadir que, a pesar de que con carácter general tienen un evidente efecto disuasorio en la velocidad de muchos conductores, su misión es sancionadora y no impiden las velocidades inadecuadas de algunos conductores, que es lo que nos exigen los vecinos que evitemos.