Síguenos en redes sociales:

Jorge y Francisco

Veo a Jorge débil por la enfermedad de la que se recupera. Son 88 años y un liderazgo que obliga, pero yo miro a la persona anciana y la imagino convenciéndose de no ceder a la tentación del jubileo por méritos, que algunos valorarán y otros no; pero, al menos por razón de edad, todo tiene límite. Francisco, en cambio, no necesita convencerse. La suya es una asunción responsable, aunque habría que eximirle de morir al pie del cañón. Pienso en los Jorge Bergoglio del mundo por cuya vida no se lucha como por la de los Francisco I. Y no sé si es justo para cualquiera de ellos.