El partido Sumar en Euskadi ha salido a defender y asumir las críticas del ministro de Cultura al Guggenheim Urdaibai, en las que Urtasun decía que la ampliación del Museo tiene “graves problemas medioambientales”. Le faltó añadir lo de que es un proyecto colonial, esa otra batalla que tiene su Ministerio. No me lo invento, lo del “colonialismo cultural yanki” se dijo desde el principio del Guggenheim. Estas sentencias tan categóricas las dictan los ministros no porque sepan de la materia o tengan datos sino porque son ministros. Más bien porque son activistas más que políticos y que ministros.