TAMBIÉN a mí me gusta la fruta, doña Isabel. Me temo –es un decir, porque me alegro de ello– que no degusto la misma fruta que la presidenta Díaz Ayuso. Frivolizar como una adolescente con un insulto grave y profundamente machista e hiriente, siendo toda una presidenta, no es de recibo. Le “gusta la fruta”. Vaya. Yo podría decir no que Ayuso es corrupta, sino, no sé, que “es abrupta”. O no que es facha, sino que “está en racha”. ¡Qué diver! No que es LGTBfóbica sino “lentejafóbica”, que no le gustan las legumbres. No que es nefasta, sino que “tiene casta”. Ayuso, una ultra “al uso”.