Como solía pasar por aquí en algunas comisarías, donde las personas detenidas tenían una inexplicable tendencia a caerse por las escaleras o incluso por las ventanas, en Irán las chicas que llevan mal puesto el velo tienen una especial predisposición a sufrir problemas que causan muertes “naturales”, como una repentina bajada de tensión en una joven ¡de 16 años! que le provocó una “caída”, un estado de coma de 28 días y, finalmente la muerte. La última se llamaba Armita Garavand y recuerda mucho al caso de Mahsa Amini hace un año. Parece que el velo bien puesto previene estas “enfermedades”.
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