IÑIGO Urkullu ha dejado por escrito (en un artículo publicado en El País: “Autogobierno vasco y modelo plurinacional del Estado. Si hay voluntad, es posible el acuerdo”), una propuesta para desatascar la situación territorial. Es un texto importante que ha dado lugar a todo tipo de reacciones. Una sorprendente (aunque no mucho) por tratarse de un jurista: Tomás de la Quadra Salcedo, que fue ministro con Felipe González en dos carteras (Administración Territorial y Justicia). El exministro, en un artículo publicado también en El País, trata con displicencia la referencia a los derechos históricos que hace el lehendakari: “Se realizó ya y se consumó en su momento con la aprobación del Estatuto vasco” (sic), algo que cuestionan, entre otros Ernest Lluch y Miguel Herrero R. de Miñón. La propuesta de estos aparece en un libro colectivo (del que son editores) con el título Derechos históricos y constitucionalismo útil. La conclusión principal de Lluch y Herrero (este último uno de los “padres de la Constitución”) es que la propia Constitución y el Estatuto de Gernika, utilizados con intención política, contienen los elementos de derecho necesarios para ofrecer una salida al actual conflicto, que pueden aceptar por igual constitucionalistas y nacionalistas. Como ha quedado dicho, tampoco es de extrañar la postura de De la Quadra a fin de cuentas el es el inspirador de la Loapa, cuya redacción se la encargó a su colega Eduardo García de Enterría, un administrativista como él.

La respuesta

La respuesta Por Koldo San Sebastián

El exministro se refiere a la referencia de Urkullu a la descentralización del poder judicial, asegurando que “no está contemplada en la Constitución” (sic). Olvida un par de cuestiones. La primera. que en el artículo 35.3 de Estatuto de Gernika sobre Administración de Justicia fue laminada por la Ley Orgánica del Poder Judicial (“ley Ledesma”), cuya consecuencia ha sido la de los lodos en los que chapotea este poder. No estará de más que hoy se releyese el artículo que publicó entonces Vicente Copa (José Antonio Zarzalejos) recogido en País Vasco. Crónicas de un analista político. La cosa, al final, puede solucionarse con una reforma de la LOPJ (que se ha demostrado como el mejor camino a lo que Pedro Pacheco definió como “cachondeo”). Por cierto, la “ley Ledesma” trataba de enmendar la plana al Tribunal Constitucional que había “tumbado” la Loapa.

Los editoriales de El País y de los medios de la derecha (ABC y El Mundo) demuestran que el artículo del ciudadano Urkullu (el texto es personal) les incomoda. El País llega a compararlo con el Plan Ibarretxe. No las tienen todas consigo. La investidura de Sánchez depende de los acuerdos pendientes y del cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika y, sobre todo, de acabar con “las políticas alternativas de la mayoría central” (que propusiera José Ramón Recalde) que, en estos tiempos, se aplica en normas como la Ley de Vivienda con apoyo de EH Bildu.

Iñigo Urkullu ha dejado un texto para la reflexión que, a Fernando Ónega, “le suena bien”. También una referencia imprescindible para el PNV en plena negociación de la investidura de Sánchez. l