Los insultos en el fútbol

Parece que se ha abierto del todo el melón de los insultos en el fútbol, y me alegro. El detonante final ha sido lo vivido con Vinicius este fin de semana, pero ejemplos lamentables de actitudes que deberían estar desterradas de los campos hace tiempo, hay miles. Ha recogido unos cuantos el tuitero @PabloMM en un hilo que debería sacarles los colores a muchos y que empieza así: “El problema con el fútbol comenzó cuando se normalizó que pagar una entrada otorga derecho a insultar a los futbolistas”. Quien incurra en ello, no debe volver a pisar un campo en su vida, así de claro.

 Hace falta contundencia

Hay que coger el toro por los cuernos. Por eso no me gusta que el presidente de la Liga, Javier Tebas, haya optado por enzarzarse con Vinicius (“Ya que los que deberían no te explican qué es y qué puede hacer la Liga, hemos intentado explicártelo, pero no te has presentado...”). Y por eso me gusta la contundencia del presidente de la RFEF, Luis Rubiales: “Mientras que haya un sólo indeseable que insulte por condición sexual, color de piel, credo, tenemos un grave problema que, además, mancha a todo un equipo, una afición, un club, un país”. Y mensajito a Tebas: “Los directivos no estamos para enzarzarnos en redes, sino para solucionar problemas”. Pues eso.

 El vuelo fantasma

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, lamentaba este domingo: “Se ha cancelado el vuelo regular que me llevaba de Valencia a Tenerife y, lamentablemente, no puedo llegar al mitin que teníamos esta tarde. No ir en Falcon tiene estas cosas”. El problema es que, tal y como numerosos usuarios han podido comprobar con un simple vistazo en Flight Radar, la cancelación no fue tal. La aerolínea había reprogramado el vuelo en cuestión hace semanas. Desde el PP se han apresurado en culpar a su agencia de viajes, por no avisar del cambio. Sabiendo lo tentador que le resulta el Falcon, ¿aceptamos pulpo como mascota?

 

El poder de compra…de 1996

La inflación disparada se ha comido buena parte de nuestra capacidad adquisitiva pero, si es usted un masoquista de los datos, puede leer con detalle la crónica de Xurxo Melchor en La Voz de Galicia. “El poder de compra de los salarios retrocede a 1996”. Apoyándose en el último anuario de Adecco Group Institute sobre el mercado de trabajo, y por si este último dato no fuera suficientemente demoledor, refleja que en el Estado se ha perdido poder adquisitivo en 8 de los últimos 12 años. Esto, pese a que el sueldo mínimo ha subido casi un 40% desde 2016. Y los nubarrones –invasión rusa de Ucrania mediante- no se terminan de disipar.

 

El misterio del mercado laboral

¿Cómo es posible que, en un país con tres millones de parados, un tercio de las empresas digan que tienen problemas para encontrar mano de obra? Interesante pregunta que nos lanzan en 20 minutos para explicarnos por qué España busca inmigrantes para cubrir cientos de miles de vacantes que nadie quiere en el país con más paro de Europa. La falta de mano de obra en determinados sectores –hasta el 50% en Hostelería y Construcción- es una realidad. La respuesta del gobierno, ni firme ni unánime, con un ministro Escrivá que apuesta por incentivar la migración para cubrir vacantes y una ministra Diaz que reclama mejoras en las condiciones laborales.