ESTIMADA presidenta de la Comisión Europea, Ursula Van der Leyen: Le escribo desde un pequeño rincón de la vieja Europa, UE, zona euro. Leo y escucho que está usted (están ustedes) buscando gas no ruso desesperadamente y pidiendo que ahorremos fluido para un invierno complicado. Le cuento: aquí tenemos gas. No porque hayamos ahorrado, no, sino porque no queremos usarlo. Preferimos seguir trayéndolo de otras partes porque, eso sí, lo necesitamos. Ni siquiera queremos saber cuánto hay aquí abajo, pero parece que es mucho. Por si es de su interés...