Encuentro tan lamentable que una mujer tope con un techo de cristal en su desarrollo profesional por su género o circunstancias familiares como que se la arroje contra él para romperlo contra su voluntad. Yo no sé si Adriana Lastra ha antepuesto su condición de futura madre a la de número dos del PSOE pero veo una insana satisfacción en quienes le reprochan un mal ejemplo a otras mujeres. Unos refuerzan así su convicción de que una mujer se “realiza” siendo madre; otros la de que está poco menos que obligada a ser ante todo profesional. ¿Y para cuando dejarla ser libre para elegir?