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Mesa de Redacción

Maite Redondo

Bofetada sorda

UNQUE no partía como favorita, todo parecía indicar que Hollywood iba a premiar este año a una película políticamente correcta como es CODA. El título es el acrónimo de Child of Deal Adults por el que en EE.UU. se conoce a una persona que ha sido criada por uno o más padres sordos y eso es, precisamente, lo que relata el filme: el deseo frustrado de una adolescente cuyos padres son sordos y dirigen un negocio de pesca. Una película descafeinada, de esas que gustan mucho a Hollywood, y que todo el mundo alaba, aunque nadie la haya visto. Pero en esta ocasión, no ha podido tener su noche de gloria. Se la ha arrebatado la bofetada que Will Smith propinó al cómico Chris Rock, cuando este hizo un chiste de mal gusto sobre la alopecia de su mujer. Aunque se ha disculpado por su acción, el daño ya está hecho. Y no me refiero al físico que pudo causar en el presentador. El episodio consiguió desviar la atención de otros aspectos que han quedado solapados en la gala, como el apoyo a Ucrania, más bien escaso. Se redujo a tres mensajes en una pantalla y unos pins con la bandera de este país que lucieron algunos actores. Solo Ford Coppola se atrevió a gritar Viva Ucrania. El espectáculo sigue siendo uno de los eventos televisivos más vistos del planeta y se podía haber aprovechado como altavoz de un no rotundo a la guerra. En su lugar, nos quedará en la retina el tortazo de Will Smith.

mredondo@deia.eus