REOCUPADOS por Ucrania y resulta que la guerra estalla en Génova. Ayuso y Casado se han hecho el harakiri político. Y en medio, Teodoro aceitunas. Egea, para los amigos. La pugna por el control del PP de Madrid ha escalado a guerra civil en el partido. Y todo porque dicen que el hermano de la lideresa se ha llevado una mordida de 280.000 euros, chanchulleando con mascarillas, mientras se morían casi mil españoles al día en la primera ola de la pandemia. En los SoPPrano madrileños regía la omertá y todos callaban hasta que se desató la guerra entre bandas. ¡Ríete tú de las bandas latinas! Han funcionado como la mafia genovesa. Todos lo sabían, pero cada parte ha considerado que no era el momento de cargarse al otro, momento que ha llegado tras el batacazo de las elecciones de Castilla y León. "Van a por lo más importante para una persona, su familia", dijo el jueves Ayuso. Ni Don Vito Corleone lo hubiera dicho mejor. Esto cada día es más House of Cards en versión pandereta. Porque García-Egea y Pablo Casado encargaron al lince de Ángel Carromero un espionaje chusco al estilo Pepe Gotera y Otilio. Lo siguiente sería destrozar 300 veces algún disco duro, ¿no? El problema de estos personajetes es que todavía no se han dado cuenta de que están enfrentándose a un gigante político, que no va a dejar de ellos ni las raspas. Joé, Santi, qué suerte. ¡Qué fácil te lo están poniendo!

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