O uno, ni dos. Han sido tres los episodios de violaciones múltiples que ha sufrido en su vida Mama Zawadi, una joven del Congo que ha conseguido salir adelante gracias al amor de sus bebés chimpancés, de los que es cuidadora en el santuario de Lwiro. La historia la ha recogido Pablo de la Chica en un documental, con el que se ha alzado con un Goya. El de Mama, que es como se titula el documental, no es un caso aislado. Aunque su vida resulte estremecedora, se calcula que cientos de miles de mujeres, niños y niñas han sido violados en la República Democrática del Congo. Los perpetradores se amparan incluso en estúpidas creencias de que violar a una niña les traerá más suerte en los negocios y conseguirán más dinero. Durante la guerra, las violaciones se han usado también como arma para humillar a las mujeres y fracturar a las familias. He tenido la oportunidad de entablar contacto con la ONG Coopera Euskadi, en cuyo proyecto se basa el documental premiado con el Goya. Llevan desde 2005 luchando por proteger a chimpancés y rescatar a niñas y mujeres de la violencia sexual en este país africano. Jugándose la vida día a día por deshacer un horror que resulta incluso difícil de narrar. Entre ellas, la psicóloga Lorena Aguirre y la primatóloga gasteiztarra Itxaso Vélez. Son verdaderas superheroínas. Todas, cooperantes y mujeres violadas, se merecen un Goya... Y el Oscar.
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