ALE que a todos nos ampara el derecho a recurrir a los tribunales si nos sentimos lesionados por la administración. Dicho esto, vuelve la burra al trigo del TSJPV. Esta vez tiene una vuelta irónica más: las medidas recurridas están pactadas entre seis comunidades diferentes. Esto implica que hasta seis grupos de interés diferentes deciden recurrir o no y seis tribunales diferentes deberán decidir si las tumban o no. A diferentes resoluciones, más desconcierto. Y la perspectiva de un tránsito intercomunitario a la caza del cotillón. Ese trigal está tan masticado que no alimenta al agricultor ni a la burra.