No hay peor sordo

La ultraderecha posee una peculiar manera de interpretar el pasado. La reciente sentencia del Tribunal Constitucional estima el recurso de Vox contra los sucesivos estados de alarma aprobados en el Congreso español. En El Diario hacen un repaso de las pasadas afirmaciones de sus líderes, incluso desde la tribuna de la cámara baja, en las que apoyaban, se atribuían e incluso celebraban el cierre del hemiciclo y la declaración del citado estado. Ahora olvidan la hemeroteca, festejan la incongruencia y presumen de éxito. Aunque el oído selectivo de sus votantes va a impedir que esta incoherencia traspase su coraza rojigualda.

Que el que no quiere oír

Los que están un poco menos escorados a la diestra tampoco pueden presumir de su fina audición. El Plural recoge una reveladora y trágica estadística, "Madrid es la región en la que más aumentó la mortalidad en 2020", en concreto fallecieron el pasado año 66.583 personas, lo que supone "un 41% más que en 2019". Este debe ser el precio de la libertad propugnada por su presidenta, Isabel Díaz Ayuso. Mientras todos nos equivocamos, erramos con las duras medidas y recibíamos el desprecio de los regentes madrileños, sus conciudadanos abonaban esta funesta factura. Pero no se lleven ustedes a equívoco, lo importante era la libertad.

Volando hacia el cambio climático

Arranca mal la cumbre climática de Glasgow, alguno de los países más contaminantes no parecen dispuestos a luchar para salvar el planeta. Los mandatarios de China y Rusia han declinado acudir a la cita, India avisa que alarga 20 años el plazo para cumplir los objetivos y esto no ha hecho más que comenzar. Mientras tanto, multitud de medios denuncian los 400 jets privados que han colapsado el aeropuerto. En ellos han llegado muchos de los ponentes de la reunión. Es curioso que las elevadas emisiones de las aeronaves son las mismas que quieren combatir y para lo que piden un esfuerzo a la comunidad internacional. Coherencia, por favor.

Adiós a la filosofía

La pérdida del pensamiento crítico es un mal que aqueja a nuestra sociedad y los docentes advierten que, sin duda, irá a peor. La eliminación de la asignatura de filosofía de la ESO no va a hacer sino acrecentar la desaparición del eterno cuestionamiento de la realidad que nos rodea. A juicio de los profesores, no se trata de estudiar a los más importantes filósofos que han existido a lo largo de la historia, sino de aprender a reflexionar y analizar las ideas y comportamiento humano. En esta época, donde nos bombardean con mensajes totalitarios, las respuestas las podemos encontrar en el desarrollo de un razonamiento propio.

Sorpresa callejera

Lo hemos visto en otras ocasiones, pero esta vez nos topamos con una anécdota de alguien cercano. La historia es simple, un músico callejero interpreta una canción a la que se une el cantante original que casualmente pasaba por allí. Recogido en la redes sociales, vemos la imagen de Fito interpretando uno de sus temas junto a un anónimo trovador. Hemos comprobado en innumerables ocasiones el espíritu colaborativo y solidario del bilbaíno, incluso llegó a donar su amada Harley para fines benéficos. Si la recaudación es acorde con la calidad humana, sin duda, el desconocido habrá tenido un día muy productivo.