UNQUE el Día Internacional de las Cooperativas lleva celebrándose anualmente desde 1923, fue en 1994 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas invitó a los gobiernos, organizaciones internacionales, organismos especializados y organizaciones cooperativas nacionales e internacionales a observar anualmente el primer sábado de julio el Día Internacional de las Cooperativas.

Bajo el lema “Reconstruir mejor juntos”, este Día Internacional, las cooperativas de todo el mundo mostrarán cómo están afrontando la crisis provocada por la pandemia del covid-19 con solidaridad y resiliencia, ofreciendo a las comunidades una recuperación centrada en las personas y respetuosa con el medio ambiente. Durante este largo año las principales prioridades del modelo cooperativo han sido el bienestar de las personas y el respeto del planeta, lo cual refuerza los principios sobre los que se sostiene.

En los diferentes ámbitos en los que se desarrollan las cooperativas: salud, agricultura, producción, comercio minorista, finanzas, vivienda, trabajo, educación, servicios sociales... los más de mil millones de miembros cooperativos en todo el mundo siguen demostrando que nadie tiene por qué enfrentarse solo a una crisis como la pandemia actual impulsando los valores cooperativos de autoayuda y solidaridad y los valores éticos de responsabilidad social y sentimiento de comunidad, permitiendo reducir las desigualdades, crear prosperidad común y responder a los estragos que está causando la covid-19.

Fieles a sus principios constitutivos, sociales y educativos, las Ikastolas Cooperativas de Navarra continúan contribuyendo y ofreciendo una enseñanza de calidad en Navarra. Representan el modelo de escuela laica, plural, solidaria, activa, innovadora y participativa arraigada en el territorio, que aprende a participar y compartir de forma democrática y que da gran relevancia al trabajo en red. Este modelo de escuela, surgido del pueblo y que trabaja para el pueblo, tiene como eje común su identidad cooperativa y el compromiso de hacer realidad su misión: educar niños/as y jóvenes en los valores cooperativos. Profesorado, personal no docente, padres y madres trabajan corresponsablemente para alcanzar los retos del proyecto educativo. Este carácter universal garantiza el derecho a la educación sin discriminación por razones económicas, políticas o sociales, así como por cualquier condición de origen o de sexo.

Las ikastolas cooperativas tienen vocación social. Trabajan para construir una sociedad mejor con valores de igualdad, equidad, honestidad, transparencia, solidaridad, responsabilidad, integración y transformación social, ofreciendo un servicio público-cooperativo y una enseñanza de calidad, dotando al alumnado de las herramientas para construir un proyecto de vida propio, para que en el futuro se conviertan en ciudadanos y ciudadanas críticos, socialmente responsables, democráticos y participativos.

Desde sus orígenes en la década de los 60 estos centros son escuelas abiertas a todos y todas, sin filtros, inclusivas, donde la participación, la cooperación y la solidaridad forman parte de su identidad.

Las ikastolas cooperativas son innovadoras y pretenden cambiar las cosas para hacerlas mejor en todos los ámbitos, pensando en las personas, con la implicación en los proyectos, la creatividad, el uso de las tecnologías, el emprendimiento y todos los valores del cooperativismo como medios para desarrollar las mejores prácticas educativas, para hacer crecer el conocimiento y el aprendizaje personalizado de sus alumnos/as.

La proximidad con las familias, la vinculación con el barrio, el pueblo o ciudad son una realidad con la vocación de construir una comunidad participativa desde un nuevo modelo de lo público que atienda, más que a la titularidad, a la relación administración-sociedad, considerando parte del sistema público proyectos populares sin ánimo de lucro, ubicados en la economía social y que conectan con los objetivos básicos del estado del bienestar en el ámbito educativo.

En estas cooperativas educativas, la autogestión, la autonomía y la independencia son claves para mantener la libertad y garantizar las metas y objetivos que se marcan tanto en el modelo educativo como en la gestión.

La mejor manera de celebrar este Día Internacional de las Cooperativas es renovando el compromiso de seguir formando personas capaces de desarrollar un sentido crítico eficaz cuando las nuevas situaciones planteadas exijan superar los modelos estables en la búsqueda de nuevas soluciones.

Personas flexibles que sean capaces no solo de adaptarse al cambio, sino de ser protagonistas del mismo; personas educadas en la incertidumbre como valor y oportunidad, emprendedores y emprendedoras que busquen nuevas alternativas en forma de ideas y propuestas creativas. Las Ikastolas Cooperativas, escuelas para la vida.

* Director de la Federación Navarra de Ikastolas