A han empezado en el PP a no responder a las preguntas de los medios como mecanismo de defensa ante el chaparrón de acusaciones y sospechas que trae consigo la declaración de Luis Bárcenas. Lo dijo Pablo Casado y la disciplina se impone. Ni sobre la sede de Génova, ni sobre la de Bilbao. Ni sobre Francisco Álvarez Cascos ni sobre Javier Arenas; ni sobre Mariano Rajoy ni sobre María Dolores de Cospedal; ni sobre Jaime Mayor Oreja ni sobre Federico Trillo; ni sobre Ángel Acebes ni sobre Rodrigo Rato. Demasiados sobres. Y el silencio administrativo es sinónimo de permisión.