TAL vez algún venturoso día veamos a Matteo Salvini ante la Corte Penal Internacional acusado de crímenes de lesa humanidad. Tal vez. Este pasado fin de semana en el que el ultraderechista italiano ha arrancado su campaña para ser primer ministro se le ha visto en la playa, haciéndose selfis a diestra y a más diestra. Con el torso desnudo, ha dejado ver -además de su agradecido estómago- una cruz sobre su pecho. No sé qué pensarán los católicos al respecto. Qué dirá el Papa Francisco, demasiado callado últimamente. Tal vez un día veamos a Salvini excomulgado. Tal vez.