Síguenos en redes sociales:

Despedida a la altura de su grandeza

Apenas han pasado cinco horas desde que hemos despedido a aita, a Felix Aranbarri. Son las 22.00 horas y mientras escribo estas líneas de agradecimiento, termina un día en el que aplicando la lógica, debería ser uno de los más tristes que ha vivido nuestra familia. Pero nada más lejos de la realidad. Estamos orgullosos, felices, reconfortados y, sobre todo, inmensamente agradecidos a todas las personas que nos han acompañado en esta preciosa y cariñosa despedida, a todas las personas que nos han transmitido sus condolencias y apoyo incondicional. No tenemos palabras ni tiempo suficiente para manifestar nuestra gratitud por todo vuestro afecto, por el aprecio mostrado y la ternura con la que os habéis acercado. Vuestro respeto y admiración hacia nuestro aita nos ha dado energía suficiente para escribir estas líneas. Eskerrik asko benetan, bihotz biho-tzez, ostiralean hileta elizkizunera etorri zineten guztioi eta baita hurbiltzeko aukerarik izan ez arren, samintasun mezu bat bidaltzeko detailea izan duzuenoi ere.

Cómo explicar a sus cuatro nietos de dos, tres, cuatro y seis años, que de un día para otro, aitite ya no está. La rabia, la impotencia, la frustración, la negación, la incredulidad y la tristeza han sido los sentimientos que hemos compartido los que hemos estado a su lado durante los nueve días que ha permanecido ingresado en Cruces. En nombre de toda la familia, me gustaría aprovechar la ocasión para mostrar nuestro más sincero agradecimiento al magnífico equipo de médicos, enfermeros y celadores de la sexta planta de reanimación del hospital por su cercanía, su calor, su empatía y su profesionalidad. Andrea, Eneko, Covadonga, Iñaki, Celia... Gracias por cuidar de nuestro padre como si fuese el vuestro. Podemos estar orgullosos de nuestro Sistema Sanitario Público Vasco.

El pasado viernes lo despedimos rodeado de su gente, como quería él. De su familia, de sus amigos/as, de los vecinos/as de su querido Ondarru, de sus compañeros/as de partido, de su EAJ-PNV, nuestra segunda familia. Un día antes del fallecimiento, ama nos decía que “no se merecía este final”. Son pocas las veces que le llevó la contraria a mi madre, pero visto lo visto en la tarde de su adiós, creo sinceramente que no podía haber tenido un mejor final. Entre todos y todas le ofrecimos una despedida a la altura de la buena persona que fue.

Eredu izango zara beti gure-tzat, aita. Zortea aldeko izan dugu horrenbeste ustez gure alboan eduki izanagatik. Harro zutaz. Zauden tokian aita, muxu handi handi bat familia guztiaren partez. Laster arte. Eskerrik asko danori.

Iñigo Aranbarri Ondarroa