La OTAN pide disculpas a Estonia porque un Eurofighter español ha disparado por error un misil en unos ejercicios militares en el Baltico. Como primera medida los dos aviones españoles participantes han sido expulsados de los ejercicios. Nos hemos convertido en un peligro para nuestros socios militares y nos sacan tarjeta roja. Además, nuestro sistema judicial no respeta las reglas de juego que regulan las relaciones mutuas. El ministro Marlaska ante la interpelación de una diputada sobre denuncias de tortura en comisarías y cuartelillos demostrando que más de 4000 presos vascos han sido torturados, responde que “los datos del informe son falsos y la única verdad es la judicial”. Sin consecuencias. El juez Llarena aparece en las tiras de humor de los medios europeos para divertir a los lectores y oyentes. La guinda por ahora la ponen 750 jueces españoles que presentan una queja ante el Consejo Consultivo de Jueces Europeos denunciando la presión social contra los magistrados del caso Manada. No tiene desperdicio por su fanatismo corporativo, pues no hace referencia al contenido de la sentencia que se toma como “ejemplo” en las facultades de Derecho del mundo entero por su “originalidad”. Se echan de menos las disculpas de los sindicatos de jueces por esta sentencia que debería avergonzar no solo a sus redactores, sino a toda la judicatura por el silencio cómplice al no condenar tal engendro, pues la opinión pública trivializa las sentencias preescritas.