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Correos sigue muy mal, ¿hasta cuándo?

Parece que el verano ya llega poco a poco a su fin y será un buen recuerdo en la memoria de la gente, pero en Correos no se puede decir lo mismo porque la situación roza lo caótico y dantesco. Si durante el año el no cubrir todas las secciones de reparto es el pan nuestro de cada día, cuando llega el periodo estival la situación es realmente alarmante, con lo que las zonas sin reparto se incrementan de manera considerable. El ambiente en las carterías es de cabreo total porque, además de tu zona habitual, tienes que llevar parte de otra que no conoces de nada. Las “cabezas pensantes” no se cansan de hablar de calidad en el reparto: ¿es esto dar calidad a la ciudadanía? ¿Por qué se empeñan un día tras otro en incumplir las obligaciones que tiene Correos como prestador del servicio postal público universal? Les recuerdo a mis “amadísimos jefes” que la ciudadanía tiene derecho a recibir diariamente la correspondencia.

Como no podía ser de otra manera, las acumulaciones y retrasos a la hora de distribuir y repartir la correspondencia, tanto ordinaria como certificada, han estado a la orden del día. Y los que se llevaban las broncas de la gente, los de siempre, el cartero y el personal de atención al cliente, porque los jefes están muy cómodos en sus despachos sin dar

la cara.

Siempre digo lo mismo: hay que quejarse (y no solo en la barra del bar...) bien telefónicamente (902 197 197) o bien por escrito en cualquier oficina de Correos, además de llamar a las diferentes emisoras de radio o escribir cartas al director a cualquier periódico. Hay que dar un paso al frente y defender la legalidad. Todos saldremos ganando.