Vertebración ferroviaria
El desarrollo del metro, la Variante Sur Ferroviaria, el desbloqueo del TAV... cohesionarán nuestro país y lo convertirán en ejemplo de movilidad y en polo de desarrollo de esa nueva Europa aún por construir
LA apertura ayer de la nueva estación soterrada de Urduliz y el consiguiente tramo entre Sopelana y Plentzia; la inauguración el sábado de la línea 3 del metro, que dará servicio a varios de los barrios más populosos de Bilbao -Otxarkoaga, Txurdinaga, Uribarri, Matiko...- y permitirá en meses la entrada hasta el corazón de la villa de los trenes de Euskotren provenientes de Durangaldea y Gernikaldea y, por tanto, de decenas de miles de usuarios; el acuerdo con Madrid para la Variante Sur Ferroviaria de mercancías desde el Puerto de Bilbao; el desbloqueo de las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV), especialmente del denominado nudo de Bergara, y el soterramiento de su llegada a la capital de Bizkaia, así como para el diseño de las de Donostia y Gasteiz; el compromiso de conexión con Burgos en 2018, el impulso francés a la conexión del TGV con Hendaia... La vertebración ferroviaria del territorio histórico de Bizkaia y de todo nuestro país ha dado pasos considerables que le permitirán concretarse en un horizonte relativamente corto de tiempo. En el primer caso, el suburbano alcanza ya una extensión difícilmente imaginable cuando se procedió a la inauguración de su primera línea en noviembre de 1995, hace poco más de dos décadas. Quedan por delante, cierto es, los proyectos de conexión con el aeropuerto y la demandada prolongación de la línea hasta Usansolo, pero la puesta en marcha de la nueva línea que opera Euskotren también parece acercar esas dos futuras fases que convertirían a Bizkaia en un ejemplo de movilidad en cuanto a transporte público se refiere. Todo ello se haría además extensible a todo el país, más allá de la actual Comunidad Autónoma Vasca, por cuanto la Y finalmente conectará asimismo a esta con Iparralde y Nafarroa, con el rediseño del transporte de personas -también mercancías- en el interior de Euskadi, lo que acentuará el acercamiento entre herrialdes, contribuyendo a cohesionar aún más las características comunes que hoy se reparten en tres realidades administrativas diferentes. Si al tiempo se establece como nudo de conexión esencial del corredor atlántico, uniendo la península ibérica con la red ferroviaria centroeuropea a través de Francia, reforzará el papel de la eurorregión que formamos con Aquitania como polo europeo de desarrollo, con lo que ello significa en el seno de una Europa que aún debe construirse.