Euskadi y España ya tienen sus gobiernos
Euskadi y España ya tienen presidente del gobierno, dos líderes que van a gobernar con el apoyo de otros partidos políticos ajenos al suyo propio, como son el Partido Nacionalista Vasco y el Partido Popular. ¿Y ahora qué? Pues muy sencillo. Precisamente ahora surge la conveniencia de un cambio de conductas y actitudes por parte de los líderes de los dos partidos mencionados. Todos presumen de demócratas, pero conviene que en este momento se den señales de esa democracia de la que alardean. Escuchamos sus palabras ,sus mensajes, y nos viene a la memoria la célebre frase de la Biblia: “Por sus obras los conoceréis”. Y obras son amores, así que debemos darles un margen para comprobar si eso que con tanta determinación han hablado “desempleo, medios económicos y un sinfín de promesas pueden verse realizadas en una espacio de tiempo cercano. Numerosos cargos públicos, una vez investidos de su correspondiente legitimidad, olvidan por completo dos datos esenciales: todos ellos están subordinados al cumplimiento de la legalidad y sus facultades políticas tienen límites. Es tiempo de adaptarse y comenzar a reconstruir los puentes derrumbados. Y, sobre todo, es necesario comprender que, más allá de personalismos, lo verdaderamente importante son las políticas; y por ello los parlamentarios sean del signo que sean, no representan a sus concretos electores, sino al conjunto de la población española.