Dice la canción “Anda, y que te ondulen, con la permanén, y pa’ suavizarte, que te den col-crém. Se lo pués pedir, a un pollito bien. Que lo que es a mí, no ha nacido quién”. Pichis son los chulos que castigan de Ollerías a Abetxuko mientras se escuchan los lamentos del pueblo que persigue ni más ni menos que Los Pichis sean redirigidos a otro lugar por parte de la administración pública, dícese Ayuntamientos. Los Pichis son seres humanos, como los demás pero de una raza, la gitana, que aún no ha sabido muy bien enraizarse en el pueblo payo. Echemos la vista atrás. Poblado de Gao Lacho Drom”, son los años 70 del siglo pasado, en la zona de Lakua de Vitoria- Gasteiz. Las constructoras echan el ojo al terreno donde están ubicados y el Ayuntamiento localiza un barrio en la periferia de Vitoria-Gasteiz donde poder reubicar a los gitanos habitantes en el poblado. A niños y niñas se les ingresó en las escuelas del barrio, permaneciendo una escuela puente de gitanos cerca de sus viviendas para poder ir readaptando a los alumnos y así poder integrarse en los centros públicos de la zona; CEP Juan Ramón Jiménez y CEP Manuel Machado. El invento fue nefasto y no funcionó. A los alumnos y alumnas gitanas les costó tratar de integrarse en dichos colegios y a los payos, asumir la convivencia con ellos, por ello la continuidad del experimento fue un fracaso. Y la canción acaba con el mensaje claro y nítido “Anda, y que te ondulen con la permanén, y si te sofocas ¡tómalo con seltz”.
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