Antonio Cañizares: creo que usted sabe que estamos en una democracia, ¿verdad? No me explico como nuestro Papa no le llama la atención por hacer una misa a un criminal de la Guerra Civil española, además de fascista. Usted sabe los crímenes que cometió en sus cuarenta años de mandamiento en compañía de italianos y alemanes. Se lo dice un gudari de 1936 que luchó por defender la democracia y la República que teníamos en España y en Euskadi. Señor arzobispo: Fueron cuarenta años en los que este pueblo vasco sufrió mucho. Hoy tengo 79 años, pasados por cárceles, campos de concentración y demás penurias. Así que lo que hace con sus misas es provocar a los que luchamos por la democracia, que nos arrebataron los fascistas. Como católico y diferente a lo suyo, yo creo en Dios, pero usted solo en el caudillo. Un servidor todos los domingos cuando era niño iba a misa y después iba a la catequesis y nos explicaban como todos los seres humanos, pobres, ricos, todos éramos hijos de Dios. Pero para usted, ¡no! Señor arzobispo: las víctimas del franquismo merecen un respeto, se lo dice este gudari de 1936. En este país habrá paz cuando todos los símbolos del franquismo desaparezcan de una vez para siempre.
