Galgos y podencos a la greña
El día después del 26-J parece imponerse el... más de lo mismo. Lo único que se ve con cierta claridad es que la izquierda española, más o menos progresista, es incapaz de sumar. En el PSOE, Podemos e IU se echan de menos buenos estadistas y parecen sobrar políticos de segundo nivel que no dan la talla. Cuesta entender los desencuentros dentro de cada partido, (por ejemplo, Pedro Sánchez-Susana Díaz, en el PSOE; Iglesias-Monedero-Errejón, en Podemos; Garzón-Llamazares, en IU). Naturalmente, si en casa no son capaces de ponerse de acuerdo, ¿cómo pretender que vayan a arreglarse con el adversario político que pretende quitarles la silla y el protagonismo? Ver una y otra vez a Sánchez e Iglesias a la greña, mientras la liebre Rajoy se les escapa, llevándose catorce diputados más, me recuerda la fábula de los galgos y los podencos. ¿No va siendo hora de hacer algo más que bla, bla, bla, por toda esa buena gente que sigue esperando un cambio... pero que sea a mejor?. ¡Que viene a ser algo así como el 30% de la población estatal! Y lo triste es que esta rivalidad personal parece no tener remedio. Y peor aún, que detrás de ellos cueste tanto adivinar una sucesión capaz de ponerle el cascabel al gato. Mejor que me equivoque y... a vivir para ver, sin perder nunca la esperanza. ¡Fijaos lo que ha conseguido Islandia en esta Eurocopa! Unos cuantos vikingos, a base de entusiasmo y buen hacer, acaban de dejar en la cuneta a toda una potencia futbolística como Inglaterra. El dinero no siempre gana. En fin, que el verano, además de traernos turistas y trabajo, nos sorprenda con un Gobierno estatal digno, siempre atento a las necesidades de quienes se van quedando por el camino. Euskadi y Catalunya siguen siendo otra historia. Esperemos un poco más de sensatez y que no caigan en la tentación, entre nacionalistas-soberanistas-independentistas, de jugar a eso de ver quién es más... galgo o podenco.