Y tú más...
De nuevo estamos en campaña electoral para unas elecciones generales, donde se presentan los mismos candidatos de la anterior convocatoria. De nuevo salen a flote los “y tú más” que se dedican unos líderes a otros de los diferentes partidos en liza. De nuevo no nos sorprende que tirios y troyanos se debatan por arrebatarse el centro político. De nuevo, temores, miedos y sinrazones pueblan los micrófonos y los estudios de las televisiones tratando de rascar los últimos votos entre los desconcertados. De nuevo, aparecen incongruencias hasta decir basta. De nuevo mentiras que suenan como verdades; no es necesario ensombrecer España ya se encargan de ello los súbditos del régimen, hablan y proclaman sobre la “igualdad”; que no existe, ni ante la ley ni ante los poderes públicos, no hay más que ver la rapidez con que entra en la cárcel quien roba un jamón y nunca quien ha robado millones de euros. De nuevo la tan traída democracia, el estado de derecho, en el que este país incumple los requisitos de separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. De nuevo “la honradez” de algunos políticos, es otra gran mentira. Dicen las tesis oficiales que hay políticos corruptos y honestos, Ellos, los que se consideran honrados conocen la corrupción y a los corruptos, pero no los denuncian, lo que los convierte en cómplices. De nuevo suena aquella frase del rey emérito “la ley es igual para todos”. Una mentira flagrante, hiriente y dolorosa porque los españoles saben y han comprobado hasta la saciedad que los poderosos suelen vivir en la impunidad y escapan indemnes del castigo que merecen. De nuevo, Euskadi, exonerada e indemne de tanta corrupción deberá estar vigilante de las leyes que incluyan castigos para la corrupción y mentiras oficiales. De nuevo, la democracia deberá estar basada en la transparencia y en el derecho ciudadano a conocer la verdad para tomar las decisiones acertadas.