Tomar el pelo a Grecia
Después de interminables conversaciones y amenazas, por fin la UE aceptó liberar los 10.000 millones de euros comprometidos a Grecia para evitar el default y continuar su agonía hasta la próxima tortura a la que se le someterá el próximo trimestre para domarle y borrar cualquier indicio de dignidad del pueblo inventor de la democracia. La realidad es que el 90% de esa entrega va destinada al pago de los vencimientos de los préstamos y sus intereses. Porque de lo contrario, si se impagan, los bancos prestamistas deberán provisionarlos como pérdidas y eso debe evitarse por mandato de Merkel, Hollande, Rajoy y los restantes de la banda que nos gobiernan y la presión del FMI, BCE y Bruselas. Otra parte de ese libramiento se destina al pago de las cuotas a la OTAN, para potenciar las fuerzas armadas y cuerpos policiales griegos. El resto, un 2%, irá para la población, pero a cambio de fuertes restricciones y rebajas en su ya deteriorado nivel de vida. Eso sí: la deuda pública griega sigue creciendo y aunque en Europa se sabe que es impagable, y que tarde o temprano habrá que darle una solución, nadie se atreve a plantear porque significa un lastre muy grave para los bancos acreedores. Toda esta comedia que interpretan los estados fuertes de la UE se convierte en tragedia para los griegos que pagan la estulticia y cinismo de anteriores gobiernos a los que no se les pide responsabilidades porque Bruselas se ha convertido en un club de ricos sin conciencia que viven de las miserias de los pobres del sur. Aunque deberían pensar que tarde o temprano llegará su San Martín.