Una ecografía de la industria
La imagen de la 29ª edición de la Bienal de Máquina Herramienta muestra un sector preparado ante las nuevas necesidades y desafíos y capaz de seguir siendo el motor del empleo, el desarrollo social y el bienestar en Euskadi
CON cinco pabellones y medio de los seis de Bilbao Exhibition Centre completos y un crecimiento del 12% respecto a la anterior edición de 2014 en el número de firmas expositoras hasta llegar a las 1.533 de 27 países, la Bienal de Máquina Herramienta que se celebra esta semana realiza una excepcional ecografía del estado de la industria y, en consecuencia, de la economía vasca. Y eso hace que, pese a su relevancia, no sea el impacto económico que genera, rayano a los 36 millones de euros y con unos ingresos para las arcas públicas de cinco millones, lo más relevante del certamen. Lo realmente significativo de lo constatable estos días en el BEC es la nueva pujanza de un sector, el industrial, que siempre ha sido clave en el desarrollo socioeconómico de Euskadi y que parece haberse adaptado, superada la recesión que ha lastrado y forzado a la evolución a todos los sectores, al nuevo camino de la fabricación avanzada, la digitalización y la alta tecnología por el que discurrirán las necesidades de un mercado global cambiante en esta primera mitad del siglo XXI. De hecho, la propia BIEMH contribuye en la culminación de ese cambio de paradigma que atraviesa la industria vasca a través de los 2.605 productos que oferta, por cuanto se convierte por unos días en escaparate -con entre 35.000 y 40.000 visitantes- de la imprescindible modernización de los sistemas productivos de las empresas vascas y al mismo tiempo en espacio de contraste para la inversión. Y la imagen que ofrece esta vigesimo novena edición de la Bienal, que tanto en épocas de bonanza como en las de crisis ha ido en consonancia con la realidad industrial en Euskadi, muestra un sector preparado y deseoso de competir en los nuevos escenarios de la denominada industria 4.0 o, si se prefiere, de afrontar esta nueva revolución industrial que conforman la robotización y digitalización e incluso la fabricación aditiva -la de la aún sorprendente impresión 3D- que también posee su propio lugar y relevancia en la feria. Situarse en ese nivel, mostrar la competencia precisa, adecuarse o hasta adelantarse a las necesidades y desafíos de la nueva industria que ya está aquí, como demuestra la BIEMH, consolidará a nuestras empresas como lo que han venido siendo hasta ahora: el motor del empleo, el desarrollo social y el bienestar en Euskadi.