El jugado contra el Oviedo no fue el mejor partido del Bilbao Athletic. Fue magnífico, pero no el mejor, como apuntaba la crónica de DEIA. En la primera vuelta hicimos partidos mejores que, ya sea por mala suerte de cara a gol o por mal arbitraje, no se ganaron. Téngase como ejemplo el disputado a domicilio contra la Ponferradina. Aketxe y Unai López dan mucho juego, pero si no es porque todos apoyan correctamente, no se habría conseguido terminar las jugadas. El Bilbao Athletic controló el partido desde el primer minuto. No vi nada “insulso” en las dos ocasiones hechas y la presión creada sobre la defensa del Oviedo en los primeros 15 minutos. Yerai cometió un error gravísimo, sí, pero el primer error lo cometió el jugador del Bilbao Athletic que perdió el balón en medio campo. Si en un partido está todo perdido por un gol en contra, que Dios nos ayude, porque lo llevamos claro. Siendo del Athletic, hemos tenido y tendremos que remontar marcadores iguales o mayores más de una vez. La mano del Oviedo fue fuera del área, pero fue mano, nada de dudosa. Por otro lado, Verdés tendría que haber sido expulsado mucho antes por las incesantes faltas realizadas a nuestros jugadores. Pero sin tener en cuenta eso, fue expulsado debidamente, porque primero le dio en el pecho, pero al ver que se le iba hacía atrás la bajó con el antebrazo. Sí se acusó la falta de Etxeberria. Él sube más por la banda. Sin embargo, Iru fue poco a poco cogiendo una confianza que espero que no pierda. En cuanto al arbitraje, fue pésimo. Como ya nos es habitual. A parte del penalti, hubo muchas otras faltas que el árbitro no señaló, y los fueras de juego marcados por los líneas, menos dos, no eran. Lo cual imposibilitó en tres ocasiones nuestro ataque directo.
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