HAY quienes ’sugieren que la reducción en la tasa de aumento de la población es el origen del problema, cuando más bien habría que analizar la evolución demográfica como consecuencia de la de la propia economía mundial: en las economías capitalistas modernas, la gente tiene más o menos hijos en función de sus expectativas económicas y estas llevan varias décadas de capa caída. Otros apuntan que a causa de la creciente desigualdad en la distribución de la renta a favor de los ricos, y de los enormes desequilibrios en el comercio mundial, habría un exceso de ahorro en manos de los más pudientes y de los países que acumulan grandes excedentes comerciales, en un volumen muy superior a la demanda de inversión productiva. El exceso de ahorro reclama en forma de rentas una parte creciente del valor añadido, produciendo burbujas especulativas y reduciendo el crecimiento real. Como argumento de coyuntura puede valer, pero no explica los determinantes ni de la desigualdad, ni del estancamiento secular de la economía.
SIGUE LEYENDO LA NOTICIA EN: Presst.net